FELIZ NAVIDAD 2019
Mantenimiento de chimeneas
Inocencio de la Comunidad de Propietarios Christmas 24 estaba preocupado. Llevaba tres días que no dormía porque veía a su hija Maider triste.
Le había preguntado en varias ocasiones qué le ocurría, pero no había conseguido más respuesta que una simple mueca de fastidio.
Por fin el 15 de diciembre descubrió qué le pasaba cuando leyó la carta que su hija había escrito a Papá Noel.
“Querido Papá Noel;
Soy Maider, tengo ocho años y me he portado muy bien con mis padres y mis hermanos (Ander y Aimar).
Este año solo quiero pedirte una cosa para mí, que es una casa de muñecas que tenga de todo, luces, muebles, cocinita y con chimenea. La casa la quiero de color blanca y azul.
No sé si podrás traérmelo. Me ha dicho el Sr. Scrooge que la chimenea está atascada. Como tú eres muy amigo de Olentzero queda con él, para que podáis entrar por la ventana. Él sabe cómo se abre.
Mis papás no quieren que deje la ventana abierta. Ya me han explicado que el Olentzero además de carbonero es cerrajero y sabe entrar en todas las casas. Qué suerte tenemos de vivir en Pamplona, porque la noche del 24 de diciembre nos dejáis regalos tú y Olentzero.
Tu amiga y mayor fan
Maider
Pd: dale saludos a los duendes. Te dejaré muchos dulces para ti y también para que les lleves a ellos que seguro que les gustan. A mí me encantan, pero no comas todos de golpe que te dolerá la tripa.”
¡¡¡Esto no puede ser!!! Dijo Inocencio. Ahora mismo voy a llamar a Amaia de Larraz Asesores para que convoque una asamblea extraordinaria y arreglemos la chimenea antes del día 24.
A la reunión asistieron todos los integrantes de la Comunidad.
Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron los primeros.
- Tenemos que dar solución a esto mañana mismo. Tenemos una amiga arquitecta que se puede encargar. Es muy buena y famosa. Es una estrella en el mundo de la arquitectura. Se llama Belén y podemos llamarle ahora mismo.
Nícolas, Befana y Yule llegaron enseguida.
- Hay que llamar a un deshollinador. Nuestra amiga Mary conoce a uno.
- ¡¡¡¡¡Eso va a costar mucho dinero!!!!! – espetó el Sr. Scrooge enérgicamente mientras entraba en la sala a pasos agigantados.
Finalmente llegó Santiago Claus, Presidente de la Comunidad, dando comienzo a la reunión.
- Yo soy experto en chimeneas – dijo Santiago – He llamado a mis amigos Rudolph, Vixem y Donner y mañana mismo vamos a dejar esa chimenea como nueva.
- Hay que tener en cuenta que en las chimeneas de leña como la de vuestra comunidad hay que hacer un buen mantenimiento de ella – dijo Amaia – Hay que limpiarlas periódicamente. Los trabajos que se tienen que hacer son:
- El cajón de la ceniza se debe vaciar con frecuencia.
- Se debe limpiar el tiro de la chimenea con un cepillo especial.
- Las puertas de chimenea también deben de estar en buenas condiciones.
- Una vez al año debe hacerse una limpieza en profundidad por parte de un profesional para que además pueda revisar el estado de la misma y comprobar que todo está en perfectas condiciones.
- La temporada de estos trabajos suele ser al finalizar el invierno o justo antes de empezar a utilizarla.
- ¡¡¡¡¡¡Yo no pago!!!!!! – refunfuñó el Sr. Scrooge – ¡¡¡¡¡¡Es mejor no utilizarla!!!!!!
Intervino Amaia nuevamente para explicar que la chimenea es un elemento común y si no se encuentra en buen estado hay que arreglarla (art 10.1 LPH).
- Es una obra necesaria y debe realizarse, debiendo discutir aquí cómo se procede a pagar el arreglo.
- Podemos pagar el arreglo el día 23, ya que este año nos toca la lotería seguro – intervino la nueva vecina de la Comunidad la Sra. Manolita.
- ¡¡¡¡Eso, eso!!!! – exclamaron todos al unísono.
Maider daba saltos de alegría cuando su padre se lo contó. Conociendo los antecedentes de Inocencio, le pidió que le jurara y perjurara que lo que le contaba era cierto.
Su cara se ilusionó de tal manera, que en ese momento se encendieron todas las luces de Navidad del edificio.
- ¡¡¡Un día antes de lo previsto. Es un milagro!!!! – decía Inocencio. Al menos así es como se lo contaba a Amaia al día siguiente, dándole las gracias por la rápida y buena gestión que se había realizado.
- Estaba tan ilusionado, que no he querido decirle que había mandado probar las luces a un electricista para que mañana nada falle – les dijo Amaia a sus compañeras en la oficina.